Amor etéreo de cenizas ajenas,
siempre tan ondeante como la lluvia,
prefieres a veces la fragancia de lo efímero
y la eternidad a la que el silencio te subyuga.
Si quieres,
tómalo todo y déjame caer
hasta que el invierno pase
y desees florecer
una vez más con mis primaveras.
Amor etéreo con vientos intocables
no soy capaz de negarme a tus rumbos,
y sólo son tus estrellas apagadas
las que me obligan a ser tuyo.
Pero si quieres...
tómalo todo y déjame caer
hasta que desees florecer
una vez más con mis primaveras.
Que yo estaré aquí,
congelándome con el frió de tu nombre,
y la ausencia fértil de tu tacto.
¿ Cuantos años han pasado
desde que aquella lluvia te hizo sonreír?
Amor etéreo de cenizas ajenas,
prefieres a veces
la eternidad del silencio que te subyuga
y no soy capaz de negarme
a la efímera fragancia de tu boca.
Pero si quieres...
Tómalo todo y déjame caer
hasta que el invierno pase
y desees florecer
una vez más con mis primaveras