miércoles, 9 de mayo de 2012

Miércoles innombrables


No puedes apagarme la tristeza de estos ojos
cuando la distancia de tu nombre afirma
que lejos de tu boca ya no existo.

Al principio de una mañana con espuma
mi boca imprudente te desnuda,
 es entonces cuando el sol calla,
cuando las aves enmudecen...
Y arropados en la luz azul
-de una habitación que guarda nuestros secretos-
somos libres al amarnos
sin restricción alguna.

Al final de una mañana de misterios,
mi piel evoca los cielos que se crearon
cuando tus manos se vertieron en mi pecho
y tu sexo enriquecido de deidades
se acunó en mi descanso.

No puedes apagarme la tristeza de estos ojos
cuando la distancia de tu cuerpo
es tan inevitable...
-Sin embargo la gloria que dejaste
arropada en los gritos sordos
que te hicieron mía,
ha echo de mis miércoles "innombrables"
para no corromper el éxtasis de tu nombre. 



Anthony Molina copyright © 2012

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