martes, 18 de octubre de 2011

Será de ti mi boca...



Mi boca tendrá ademanes de misterios mudos para ser tuya,
será de ti incienso imaginario con sabor insospechable de aurora,
cálida, medida, asonante, sin tregua hacia los poros de tu sonrisa
 que se clava con atardeceres en una estrella que habla sola.

Temo no poder diferenciarte de esas mieles de fuego y aroma
que se contraen delicadas a media luz de lámparas apacibles
y besar en esa estrella el vacío inminente de primaveras escondidas
que se beben la magia lluviosa de llantos secos e irrendibles.

Mi boca será las guerras de tus mares nocturnos con gozos de cenizas,
en donde plantarás las dudas de tu pecho abnegado e insatisfecho
de las dictaduras vírgenes que alimentaron la hoguera de pasiones 
que se amarran al trote de un segundo que evoca nuestro encuentro.

Amor mío, amor de mis soledades que se arrancan las venas para sentirte,
esta boca ya no me pertenece desde que pronuncié tu tácito nombre,
pues se fugó de mi rostro pintado en esos horizontes que aun no cantas...
para confesarle a la hoja blanca de tu ojos que te amo sin razones.

Mi boca tendrá pantomimas hambrientas de libertades para ser tuya,
y así fingirle a las crisálidas nubes de ausencias que te tengo,
para no verme vulnerable ante el otoño de nuestros trazos alejados
y amarrarte a estas manos con sentencias necesitadas de tu cuerpo. 

Mi boca será la conquista de placeres en tu espalda de viento,
donde anidaré mis promesas humeantes con sabor de aurora,
para hacer inquebrantables las elocuencias fértiles de tu tacto 
en esta etérea piel de matices imaginarios que te añora. 

Mi boca será las guerras de tus mares nocturnos con gozos de cenizas,
en donde plantarás las dudas de tu pecho abnegado e insatisfecho.


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