viernes, 13 de abril de 2012

Inmerso en ti.


Inmersa en tus ojos mi boca calla,
cual si fuera viento sin destino y congelado,
que tácito y dócil apaga la luz de su paso 
para escuchar la melodía de las hojas. 

Inmerso en tu boca mi aliento grita,
como grita el fruto de una estela al caer,
aceptando su destino de otoño al saber
que será eterno con tus besos.

Inmerso en tus manos mi piel agoniza
como el sol que muere feliz en la distancia,
pues ¿Cómo no amar la fugacidad de mi existencia,
si la inmortalidad que me ofreces con tu alma
es más pura que el breve espacio de mi cuerpo?

Inmerso en tu misterio mi voz se rompe
y los silencios sin esperas -que tu existencia alivia-
sólo piden un segundo tan inmenso 
para poder gritarle a cada estrella que Te Amo. 


Anthony Molina copyright © 2012

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